sábado, 22 de noviembre de 2014

Teobaldo I

Para ambientar la lectura de esta entrada, os recomiendo escuchar este playlist de mi canal de Youtube.



Teobaldo I (IV de Champaña) nace en Troyes en 1.201, hijo póstumo de Teobaldo IIl Conde de Champaña (una adinerada zona de Francia) y de Blanca de Navarra, hermana de Sancho el Fuerte.

Cuando se atisba el final de Sancho, con graves problemas de úlceras varicosas  y recluido en su castillo de Tudela sin descendencia, llaman a su sobrino Teobaldo quien, a petición del monarca, es instruido en las costumbres, idiomas y leyes del reino navarro. En esta estancia un joven Teobaldo coincide con Blanca de Castilla,   (una reina viuda 13 años mayor que él con gran prole a sus espaldas)  y se enamora profundamente. El joven se vuelve taciturno y entra en una grave depresión... es cuando sus amigos y allegados le recomiendan que desate su faceta artística (sobre todo poesía y música) para aliviar y desahogar los males de su corazón.

Gozaba de mucha fama entre la gente culta de su época, entre su legión de seguidores se encontró años más tarde, el mismísimo Dante Alighieri, quien quizás pudo inspirarse escuchando sus sonatas  para escribir la Divina Comedia.
 
Es considerado uno de los autores más reconocidos y prolíficos de la edad media, se conservan 514 textos y 410 melodías suyas. 

Los historiadores nos lo presentan como un varón de cierto atractivo al que se le acusa algo de  sobrepeso.
   
Sancho y Teobaldo tienen algunas discrepancias y se distancian antes de la muerte del primero quien decide, antes de morir, hacer un acuerdo de prohijamiento con Jaime I de Aragón (esto es, un acuerdo en el que el monarca que antes falleciera cedería la gestión de su reino al otro).

Ni Sancho ni Jaime esperaban la rápida actuación de los navarros muy dados a pasarse por el forro las últimas voluntades de sus monarcas:  Una vez muerto Sancho, llamaron a prisa a Teobaldo I para hacerle jurar los fueros y coronarlo rey:  preferían antes ser gobernados por un acaudalado extranjero que por el rey vecino con el que históricamente habían guerreado defendiendo territorios fronterizos.

Así, de manera apresurada, Teobaldo I, en 1234  jura los fueros y es proclamado rey.

Pasa a la posteridad por ser un rey de reinado tranquilo (exceptuando algún problemilla con gentes de Tudela del que se disculpa alegando no haber entendido del todo el funcionamiento de los fueros).

Llena las arcas del reino de riquezas y trae nuevas artes a la vez que desarrolla enormemente la agricultura introduciendo árboles frutales de su tierra natal respetando siempre las diferentes identidades del pueblo navarro.  Consolidó la presencia navarra en Ultrapuertos.


No cesa en su labor de compositor y poeta, entretenimiento que le hizo sobrellevar su amor platónico por Blanca.
Desarrolló ciertas simpatías por los valles pirenaicos, que son lugar de paso en sus constantes viajes a Champaña.

Al declararse firmemente cristiano goza del beneplácito de la santa sede durante su reinado (pese a llevarse realmente mal con el obispo de Pamplona que incluso tratará de excomulgarle),  exime a la colegiata de Roncesvalles de pagar algunos impuestos.


Se esfuerza en disminuir la diferencia entre clases y estrechar la grieta entre pobres y ricos a la vez que ejerce para estabilizar el reino de manera interna, ejemplo de esto es que funda oficialmente varios asentamientos y poblados que eran disputados por varios valles como es el caso de Abaurrea Alta, pueblo a quien le otorga identidad propia e incluye en el valle de Aezcoa en el año 1.237.

Como rey cristiano es llamado a las cruzadas y acude en 1.238, no destaca en habilidad bélica ni realiza grandes conquistas pero pasará a la posteridad componiendo canciones para alentar a las tropas; de esta época es su composición más famosa Seigneur Sancheiz.

Se casa 3 veces (en 1.220 con Gertrudis Dagsboug, en 1.222 con Inés de Beaujeu y en 1.233 con Margarita de Borbón)  y tiene descendencia; un total de 12 hijos, 8 reconocidos y 4 bastardos .

Al poco de volver de uno de sus viajes a Champaña en 1253 muere y es enterrado en la catedral de Pamplona con gran duelo popular lo que viene a demostrar la buena impronta que causó en los navarros.


El padre Moret, en el siglo XVII lo elogia diciendo que fue "en la guerra príncipe de mucho esfuerzo y de mucha prudencia, en la paz alegre y festivo, muy aficionado a la música y a la poesía. En el gobierno fue cuidadoso y diligente



Ni hermoso, ni sabio, ni fuerte:  Teobaldo pasará a la posteridad como “El trovador” y “El poeta” .

Su hijo Teobaldo II heredará el trono.


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