lunes, 23 de noviembre de 2015

El Roble Albar


El Roble Albar, Quercus petrae, es un árbol de la familia de las fagáceas algo menos robusto que el Quercus Robur y puede alcanzar los 35 metros de altura. Su copa es bastante regular y redondeada y su tronco es de color grisáceo o pardo, con la corteza resquebrajada en ejemplares adultos. Las hojas, de un color verde intenso y caducas crecen de manera alterna y son simples, con lóbulos redondeados miden de 5 a 21 cm x 2 a 15 cm.
Tanto las flores como los frutos se desarrollan sobre las ramillas y nunca cuelgan.
Es una especie monoica cuyas flores unisexuales florecen de Abril a Mayo. La polinización se produce de manera aérea.
Las bellotas carecen de pedúnculos y son ovoides, tienen un cascabillo escamoso y maduran en a los 6 meses, esto es, hacia finales de septiembre u octubre, su interior es velloso y tienen un sabor ligeramente amargo, cada árbol produce de 5 a 15 kilos.
Crece en laderas y montañas tanto en suelos calizos como siliceos, necesita poco sustrato por lo que lo encontramos también en terrenos rocosos. Crece acompañado de hayas, abedules, otros robles y pinos con los que hibrida fácilmente, algo más difícil es encontrarlo formando bosques puros.  

Crece entre los 600 y los 1.600 metros de altitud y su madera se ha usado en la fabricación de muebles y toneles.  

En la península los encontraremos sobre todo en la zona noreste, a ambos lados de los Pirineos. Concretamente, entre Aezkoa y Olaldea tenemos el mejor robledal de Quercus Petrae a este lado de la frontera. 



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