lunes, 20 de abril de 2015

Meikin Of

El 19 de Abril del 2014 empecé a escribir en este sitio.


Circunstancias personales me hacían estar saliendo de una baja. El momento no era precisamente bueno y además de las constantes visitas al médico se sumaba el hecho de estar en un lugar en el que no quería estar sin hacer nada de provecho.

¿dónde quería estar?

En Abaurrea Alta, un pequeño pueblo en el valle de Aezkoa. Pirineo Navarro.

Los que estáis dónde queréis estar quizás no entendáis el sentimiento, es cómo cuando Heidi se sube al campanario para ver las montañas. - En uno de los episodios más dramáticos- Dan ganas de tirar al organillero y al señor imbécil campanario abajo. ¿Qué podía hacer yo?




Llevo usando (o mal-usando) internet algo más de la mitad de mi vida. En ese tiempo muchas veces había tecleado Abaurrea Alta y Aezkoa en los buscadores que iban saliendo.
Mucho ha llovido desde entonces: Crearon la página web de nuestro valle, Mariato empezó a compartir sus vídeos, más tarde se extendió el uso del GPS, los senderistas colgaron sus rutas y paseos, los establecimientos sus páginas web... La gente empezó a conectarse por sus teléfonos móviles, a usar redes sociales y... bueno, el resto de la historia ya os la sabéis.

Desde fuera me ha dado la sensación que falta una cohesión (quizás también coherencia) a la hora de promocionar nuestro valle. Cada uno vende la moto a su manera o cada uno vende sólo su propia moto. Mi idea con este blog era hacer un concesionario de bicicletas.
Me puse manos a la obra y descubrí que, buscando información sobre Abaurrea una parte de mi planeaba desde el campanario y llegaba, pasando por Erro y Mezkiritz, hasta los Alpes.

Vale, era una buena forma de pasar la morriña pero con eso no se llena un blog. Para llenar un blog (o bitácora) hace falta contenido, actitud y enfoque pero sobre todo constancia.

Hay algún blog que sigo regularmente desde hace tiempo y como lectora espero impaciente cada nuevo post, cuando revisar blogs se convierte en una costumbre se agradece la periodicidad en las publicaciones, ¿cuál podía ser mi periodicidad?. Abrí un cuaderno, escribí con un braimstorming todos los temas que se me ocurrían para escribir sobre ellos, hice el recuento...

Tres semanales me parecieron buen número, lo de los Lunes, Jueves y Sábados cayó a voleo. Era algo ambicioso. Personas que llevan sus blogs comerciales se escandalizaron ¿tres a la semana? ¡demasiado!. A mi no me pareció demasiado, no son tres entradas semanales sobre actualidad en el valle, lo chuli que es mi casa rural o trucos caseros de belleza para muxarras aezcoanas

En mi cuaderno salían temas de muy distinto pelaje, si algo fallaba sólo podía ser porque me había aburrido la idea.  

Ahora que ha pasado un año me he demostrado a mí misma que, pese a estar desentrenada, puedo tener constancia. Sólo dos días, creo recordar, no he colgado una entrada a tiempo. Al acabar de escribir o maquetar la entrada ya eran las 00:01 del día siguiente.

Cuando tan sólo llevaba dos meses volví a la revisión del médico:

-Qué... ¿haces algo al cabo del día? (me preguntó con tono amable)

-No demasiado, no.. (contesté escondiendo los pies bajo la silla) bueno... he empezado un blog

-¿Sí? ¿Y lo actualizas con frecuencia? 

-Tres veces por semana, cada día escribo sobre un tema diferente que tiene que ver con mi pueblo.

Cambió de súbito su expresión y detecté cierta aprobación y asombro.

Le escribí la dirección en un papelito y desconozco si me lee con frecuencia porque ese mismo día acabó mi baja médica. Le mando saludos y si nos vemos de nuevo espero que sea porque se haya acercado a estas tierras, aquí no existen muchas de las palabras que ponía el parte médico.

Gracias a este blog he conocido a gente increíble vía internet y me falta por coincidir en persona con muchos de vosotros, es algo que nos queda pendiente. Sois muchos los que me habéis animado y cuento con los dedos de una mano los que me han “desanimado”.


Me habéis revuelto las entrañas de muchas maneras, me habéis hecho reír, llorar de alegría, preocuparme, me habéis hecho compañía y me habéis dejado sola. A mi aire.

No os voy a dar las gracias. Si leéis cualquier entrada es porque os interesa o tenéis mucho tiempo libre. No paso lista ni cobro por las visitas, sois un numerito en las estadísticas. Me hace MUCHA ilusión pero no os puedo agradecer que me haga ilusión ver las estadísticas.

Lo que sí os puedo agradecer es que -tanto si estáis en el otro hemisferio cómo si estáis en el pueblo de al lado- os paséis por aquí a echar una visita y saludar a los pirineos.

No quiero que agotéis los vales de recogida de productos naturales, las existencias del bar o la ternera xanzelaina: Quiero que vengáis, respiréis profundo y le digáis hola a la orografía.

Así de simple.

Tener un blog absorbe bastante, si hoy toca escribir sobre el sarrio voy a estar, como mínimo un par de días leyendo sobre el sarrio o pensando en lo que he leído sobre el sarrio. Si coincide que ese día me sacan de paseo y conversación, tarde o temprano aparecerá el jodido sarrio con conjuntivitis despeñándose.

Mis amigos saben que los temas sobre los que escribo una semana permanecen conmigo unos días. A ellos sí les doy las gracias aunque no salen en las estadísticas. Gracias desde este blog que no leéis. Os contaré esta semana que os di las gracias.

Voy a hacer un recuento de cosas de las que me voy acordando viendo la lista de entradas...

En una semana de Mayo empecé la sección de Historia, escribí sobre la Fábrica de Armas de Orbaiceta y sobre los Aezkoanos y su fuero. A la hora de traducir lo que ponían los textos viejunos en lenguaje más coloquial me entro la risa, no podía evitar pensar... ¡pobrecicos!

Fue una manera simpática de empezar la sección.

Con la cueva de Mauletxe me sorprendí mucho, recibió muchísimas visitas en comparación a las anteriores y cuenta una historia que se conoce en mi casa desde hace, al menos, cuatro generaciones pero no estaba recogida en ningún sitio. Ahora ya queda en vuestras manos contarla cuando os deis una vuelta por San Miguel.

Para escribir sobre La Importancia de la Casa pasé unos días revolviendo estanterías. Años atrás leí un reportaje precioso sobre ello en la revista Mendixut, eran dos o tres páginas creo recordar. Estaba muy bien escrito y quería decir eso mismo... No encontré el número de la revista en el que salía pero escribí sobre ello. Cuando encuentre el número de la Mendixut la ampliaré.

Enero fue un mes catastrófico, no es fácil verse obligado por la propia voluntad a hacer una moción de condena, volvía a estar lejos y se me amontonó el trabajo. Os pedí risoterapia desde la Aezkoa y la obtuve.

La entrada del día 22 de Enero me encantó escribirla, estaba buscando inspiración cuando revisé el analytics, para escribir la descripción de la entrada aprendí expresiones argentinas y para qué negarlo, he buscado en la red que eran las cosas raras que busca la gente, continuando así un círculo vicioso surrealista.

Las nevadas de este año también han sido interesantes, quería escribir alguna relacionada con la nieve en Abaurrea que no fuera lo de todos los años (mira cuanto nieva, mira cómo aguantan la nieve, mira cómo se han quedado sin luz...) preparando una entrada de historia me tropecé con Zumalakarregui atrapado por la nieve así que le reservé la entrada invernal sobre la nieve. Si queréis ver crónicas y fotografías de la nevada del 2014-2015 en este blog debéis esperar a que atravesemos una ola de calor.

¡159 entradas dan para mucho!

Pues nada, aquí os he contado un poco de mi. El año que viene más. 

¡Hasta el jueves! 


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